Quien iba a pensarlo,
quien iba a decirlo,
para comprenderte era necesario
que tu me dejaras.
Ahora que te has ido,
que no puedo mirarte;
yo siento que mi vida
se acaba lentamente.
Sufriendo resignado,
pues yo soy el culpable,
terminarán mis días
sin estar a tu lado.
Pero quiero que sepas,
que hoy que no te tengo
comprendí que mi vida,
ya no tiene consuelo.
Perdóname si puedes,
pero nunca me olvides,
que hasta el último instante,
sufriré arrepentido.