¿Por qué no he de llorar?
Si sólo así descanso.
No hay penas que sin llanto
se puedan soportar.
¿Por qué no he de llorar?
Si lo que más quería,
que fue mi noche y día,
se acaba de marchar.
Y no voy a tomar,
porque no soy cobarde,
que quiera con las copas
mis penas olvidar.
Esta canción la compuso por motivo de la muerte de su mamá, Doña Esther Lejarza de Valadés.